El viernes por la noche los de Amadeus (Christian, Miguel Ángel y yo, Joan estaba fuera) fuimos a Amax (donde viven los de la generación anterior) a cenar. Christian se llevó el portátil para conectarse a una red inalámbrica que pillan desde allí. Allí conocí a Álex y Cristóbal, que no habían venido a la fiesta de las italianas porque al día siguiente (es decir el mismo viernes por la mañana) presentaban el proyecto en Philips. Cristóbal es de Mallorca, como Miguel Ángel, y de hecho son amigos (creo que compartían piso en Barcelona). Por cierto que Miguel Ángel cada vez me cae peor, yo creo que ni me ha dirigido la palabra desde que he llegado. Sólo me ha hablado una vez, y porque yo le pregunté cuándo se venía a Amadeus (de momento está de
okupa en casa de Cristóbal, pero ya tiene apartamento en Amadeus, en el primer piso... está fastidiado porque quería en el quinto para estar más cerca de Christian... y poder aislarme más fácilmente, supongo). Cristóbal sin embargo es bastante simpático... Álex es el que hacía la web que me había pasado Christian en nuestras conversaciones
messengerianas, también me cae muy bien, lástima que se vaya el miércoles.
Cenamos en casa de Álex y luego jugamos al
Xupitón. Ingredientes: alcohol (cómo si no) y cocacola (u otro refresco :P), una tetera para mezclar las bebidas (no es necesario que sea una tetera pero es lo que hay), vasos de chupito y un dado de los Juegos Reunidos. El dado tiene 6 caras con los textos siguientes: Toma 1, Toma 2, Toma Todo, Pon 1, Pon 2, Ponen Todos. Supongo que originalmente se refería a fichas o puntos, pero lo han desvirtuado completamente, ahora son chupitos, jeje. Si te toca
poner, se llenan 1, 2 o N vasos (siendo N el número de participantes) y se ponen en el centro de la mesa, de
bote. Si te toca
tomar, te bebes los vasos que sean. Tranquilidad, el
Toma Todo no tiene por qué ser literal (ya que el juego es inventado también pueden serlo las normas no?), en realidad si te toca debes beber un mínimo de 3 vasos y repartir el resto. Además, el que
pringa (es decir el que
toma todo) pone una norma (suele ser del estilo "no se puede decir [X]", donde X es cualquier palabra, las más típicas son
sí,
no,
uno,
dos...) y a partir de entonces, el que la incumpla, bebe un vaso. Lógicamente conforme avanza el juego se acumulan tanto nuevas normas como nivel etílico en los participantes, así que cada vez es más difícil. Gran idea la de Miguel de traer de su casa el dado de los Juegos Reunidos!
El Xupitón es muy divertido, lástima que mi primera experiencia con este juego fuera... con whisky (
puaj)! Yo me retiré pronto, pero los demás continuaron hasta que se acabaron la botella. Después salimos a comprar cervezas para la fiesta de despedida de
Alberto (un Erasmus valenciano, yo ni siquiera lo conocía) y cogimos unos taxis para ir hasta el local (en la otra punta de la ciudad). Por el camino pasamos a buscar a Ricard, el último
Philipero que me quedaba por conocer (también se va el miércoles, con Álex), que aunque también empezó viviendo en Amax como los demás, al cabo de un tiempo se fue a vivir a un piso con un alemán.
Después de dar algunas vueltas al fin encontramos la fiesta. No había mucha gente, pero bueno, después de un rato nos hicimos con el poder del
Winamp para poner la música que quisiéramos (yo lo único que pude colar fue el
Back in the USSR). La fiesta estuvo bien pero fue bastante
destroyer (ayer me enteré que la mayoría habían potado). Nos fuimos a las 4h y súper
m.a. pidió los taxis por teléfono. Mientras esperábamos, los más borrachos se dedicaban a tirar contenedores de basura y hacer el ganso por unas obras que había (por lo visto hay un sector bastante gamberril capitaneado por Salva, mientras que Álex es el que lo va recogiendo todo a su paso). Josep se quería llevar una de esas lamparitas que parpadean que suelen estar en las obras, pero no encontró la manera de apagarla, así que la dejó en su sitio. Ah, también Cristóbal...
mató a Kenny.
Las fotos de la fiesta: